Antioquía y el Evangelio de Mateo
Autor: Warren Carter
Traducción: Ana María Crocco
No sabemos con seguridad dónde fue escrito ninguno de los evangelios del Nuevo Testamento. Sin embargo, los académicos usan varias claves y observaciones para proponer los lugares de origen. La esperanza es que estableciendo un lugar de origen de manera convincentemente nos pueda ayudar en la comprensión de cualquiera de los evangelios. Como posibles lugares de origen del Evangelio de Mateo, los académicos han propuesto Séforis o Tiberíades en Galilea, Cesarea Marítima y Transjordania en Pella. De todos modos, la opinión más sostenida es que ha sido en la antigua provincia de Siria, particularmente en la ciudad de Antioquía, a orillas del río Orontes.
Un factor que sostiene esta sugerencia es el tamaño y la ubicación estratégica de Antioquía. Como ciudad capital de la provincia romana de Siria, y su ubicación en las grandes rutas de comercio este-oeste y norte-sur, Antioquía era la tercera ciudad en importancia en el Imperio Romano, después de Roma y Alejandría. Durante el segundo siglo, el evangelio de Mateo se convirtió en el más citado. Su origen en una ciudad influente y su asociación con un grupo de seguidores de Jesús colaboró para que su popularidad se extendiera.
Además, las primeras citas del evangelio de Mateo aparecen en escritos asociados con Siria y Antioquía. El líder de la iglesia de principios del siglo segundo y escritor de cartas Ignacio de Antioquia se refiere al material que se encuentra solo en Mateo (la estrella del nacimiento de Jesús, el bautismo de Jesús por Juan para “cumplir todo lo que es justo” en Mt 3,15. Otro documento de Sira, la Didaché o Enseñanza, cita la versión de Mateo del Padre Nuestro (Mt 6,9-13) en lugar de la versión de Lucas (Lucas 11,1-4).
Mateo 4,24 se refiere a la fama de Jesús que se extendía “por toda la Siria”. Esta referencia a Siria no se encuentra en el pasaje de la probable fuente en Marcos 1,28 y en Marcos 1,39. Es una referencia algo sorprendente en Mt 4,24 dado que la narrativa hace énfasis en Galilea (Mt 4,12-15, Mt 4,23, Mt 4,25). Una explicación es que el autor de Mateo coloca su ubicación y su audiencia dentro de la historia.
Más aun, nosotros conocemos a través de Gal 2,11-14 que Pedro o Cephas como también se lo conoce, era famoso en Antioquía donde Pablo tuvo una discusión con él. Pedro también se destaca en el Evangelio de Mateo. Es el primer discípulo en ser llamado (Mt 4,18,20), y su nombre es el primero en la lista de los discípulos (Mt 10,2). Trata de imitar a Jesús caminando sobre las aguas (Mt 14,28-32) y confiesa correctamente a Jesús como “el Mesías, el Hijo del Dios vivo” (Mt 16,16). Jesús lo designa la roca sobre la cual construirá su iglesia (Mt 16,18) y le da “las llaves del reino” (Mt 16,19). Él es testigo de la transfiguración (Mt 17,1-8). A menudo es el vocero de los discípulos (Mt 15,15, Mt 16,22, Mt 18,21, Mt 19,27). Se destaca en los eventos que llevan a la muerte de Jesús (Mt 26,1-75). El rol significativo de Pedro en el Evangelio de Mateo puede reflejar la importancia de la iglesia de Antioquía.
Finalmente, hay resonancias significativas entre los acentos del Evangelio de Mateo y las características de la vida en Antioquía. Por ejemplo, el Evangelio de Mateo, extrae mucho de las escrituras judías. Se debaten prácticas judías y se realza el conflicto entre Jesús y los líderes judíos y de las sinagogas (Mt 5,17-6,18, Mt 23,1-39). Antioquía tenía una población judía significativa entre los cuales esos debates serían familiares. Del mismo modo, el Evangelio de Mateo se preocupa por dar sentido a la destrucción de Jerusalén y de su templo por los romanos en 70 E.C. Se explica esa destrucción como un castigo de Dios por rechazar a Jesús (Mt 21,12-22, Mt 22,1-10) y se declara que Jesús es más grande que el templo destruido (Mt 12,6) como manifestación de la presencia, el perdón y la voluntad de Dios (Mt 1,21-23, Mt 5,17-48). Antioquía era un lugar en que se reunían las tropas y las provisiones para la campaña de Roma en contra de Jerusalén. Después de 70 E.C., los grupos judíos de Antioquía, incluyendo a los seguidores de Jesús mateanos, enfrentaron la difícil tarea de negociar con el recientemente reivindicado poder romano. Este Evangelio puede interpretarse como ofreciendo una guía para este contexto, a los seguidores de Jesús, cuyo Mesías había sido crucificado por Roma pero resucitado por Dios.
Colaboradores
Warren Carter es Profesor Meinders del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Phillips.
Warren Carter es profesor Meinders del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Phillips, en Tulsa OK. Es autor de numerosos libros, incluyendo What Does Revelation Reveal? (Abingdon, 2011), John and Empire: Initial Explorations (Continuum, 2008), y The Roman Empire and the New Testament: An Essential Guide (Abingdon, 2006).
Bibliography
- Brown, Raymond E, and John P. Meier. Antioch and Rome: New Testament Cradles of Catholic Christianity. Mahwah: Paulist, 1983.
- Carter, Warren. Matthew and Empire: Initial Explorations. Harrisburg: Trinity Press International, 2001.
- Stark, Rodney, “Antioch as the Social Situation for Matthew’s Gospel.” Pages 189-210 in Social History of the Matthean Community. Edited by David Balch. Minneapolis: Fortress, 1991.