El surgimiento del judaísmo
Autor: Cynthia Baker
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)
En la Biblia hebrea no existe una palabra para “judaísmo”, ni como tal en el idioma hebreo premoderno. El término griego Ioudaismos, del cual deriva la palabra “judaísmo”, fue acuñado al final del periodo bíblico (2Mac 6:6; 2Mac 9:17) y fue utilizado, antes de la era moderna, casi exclusivamente por escritores cristianos para describir una religión contrapuesta al cristianismo. En los últimos siglos el judaísmo se ha convertido en la designación común para las tradiciones sagradas y las prácticas rituales de los judíos y, por asociación, aunque algo anacrónico, para los pueblos israelitas (también llamados hebreos) a quienes concierne la mayor parte de la Biblia Hebrea.
La palabra bíblica para “judíos” en hebreo, yehudim (“Judaítas”), comienza a aparecer sólo en los libros posteriores de la Biblia Hebrea, particularmente en los libros de Ezra, Nehemías, Ester y Daniel, todos los cuales fueron compuestos durante el periodo del Segundo Templo. Los “judíos” aparecen con mucha más frecuencia en el (mucho más corto) Nuevo Testamento que en toda la Biblia Hebrea/Antiguo Testamento.
El “surgimiento del judaísmo”, por lo tanto, presenta problemas complejos y polémicos. Hasta el momento en que entró en vigor la palabra yehudim, lo cual fue después de la destrucción tanto del Reino del Norte de Israel como del Reino del Sur de Judá y el posterior exilio a Babilonia, los “judíos”, como entidad colectiva que abarca tradiciones sagradas y prácticas rituales distintas, deben considerarse como un fenómeno postexílico. El término judaísmo, como se comenzó a utilizar comúnmente, se refería a una cultura que surgió de la destrucción y el desplazamiento de los antiguos reinos israelitas y sus monarquías.
Para explicar el surgimiento del judaísmo los académicos señalan a una variedad de periodos de tiempo e influencias o eventos sociopolíticos. El periodo de tiempo propuesto va desde el exilio Babilónico y persa (siglos VI al IV a.e.c) hasta el periodo Helenístico (siglo IV a.e.c. en adelante), y posteriormente los primeros siglos del cristianismo con la formulación gradual del concepto “religión”, por el cual se clasifican las diferentes pueblos, incluidos los judíos. Los estudiosos que ubican el surgimiento del judaísmo dentro de los imperios persa y Babilónicos destacan la experiencia de la diáspora y sometimiento como fundamental para su formación; mientras que aquellos que reivindican el periodo Helenístico enfatizan como clave el encuentro con los conceptos e instituciones griegas (y más tarde romanas). En cualquier caso, prácticamente todas las formas de judaísmo que sobreviven actualmente derivan del movimiento rabínico, una escuela de pensamiento y práctica judía que se desarrolló junto con el cristianismo primitivo bajo el dominio romano, bizantino y sasánida.
La característica más destacada del judaísmo emergente es la tensión inherente entre las tradiciones judías antiguas y los muy diferentes modos de comprenderlas e interpretarlas. Por ejemplo, aunque la “Torá” se convirtió en un concepto clave en todo el judaísmo emergente, los judíos no solo asignaron diversos significados a las palabras de sus Escrituras, sino que diferentes grupos entendieron la Torá de varias formas: como un canon cerrado o abierto, como una práctica encarnada o como alegorías filosóficas, folklore o incluso fórmulas mágicas, como una constitución viva o ley muerta, y así sucesivamente. Esta tensión ha llevado a algunos prominentes estudiosos a hablar de antiguos judaísmos, en plural, como una forma de significar la relativa ausencia de una doctrina normativa o credo y una notable diversidad en las prácticas judías populares, de élites, sectarias y locales.
Bibliography
- Cohen, Shaye. The Beginnings of Jewishness: Boundaries, Varieties, Uncertainties. Berkeley: University of California Press, 1999.
- VanderKam, James C. An Introduction to Early Judaism. Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 2001.
- Mason, Steve. “Jews, Judaeans, Judaizing, Judaism: Problems of Categorization in Ancient History.” Journal for the Study of Judaism 38 (2007): 457–512.
- Blenkinsopp, Joseph. Judaism, the First Phase: The Place of Ezra and Nehemiah in the Origins of Judaism. Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 2009.